Felicidades

Hace días que no actualizo este rincón de este gran universo digital y les pido disculpa. En parte, a las obligaciones laborales y familiares, y por otro lado a la gran información que ha saturado nuestras medios de comunicación. El enunciado del comentario de hoy va dedicado a nuestra isla hermana de Fuerteventura que junto a la zona hispano-portuguesa Gerês-Xurés han sido declaradas reservas de la biosfera. Soy asiduo de Fuerteventura desde hace años y conozco bien sus paisajes y monumentos y creo que es un gran acierto y una nueva oportunidad a Canarias. Sólo hay que ver que pésimo ejemplo hemos dado como conejeros, asumiendo lo que nos imponen y negando lo evidente simplemente por dinero. El sello de la reserva de la bioesfera representa el mayor reconocimiento a nivel mundial respecto al entorno de una determinada zona y la interacción del hombre de una manera positiva en él, que hace que siga conservando su belleza y al mismo tiempo sacando un rendimiento para el hombre en una perfecta simbiosis. Nosotros, desde que recibimos tan ilustre honor hemos hecho todo lo posible para que se le retirara. Hemos construido donde era impensable que se podía hacer, se ha multiplicado la superficie al mismo tiempo que se reducían esos espacios que te hacían pensar, murió nuestro mayor artífice César Manrique, ha sido todo un cúmulo de despropósitos uno detrás de otro, nos pusimos una venda en los ojos del color del dinero y creíamos en el poder y la ostentación a pies juntillas y ahora que se ha deshecho la venda, ¿ qué ?. Se supone que cuando te reconocen los méritos por algo bien hecho se te está valorando y al mismo tiempo incentivando para continuar por ese camino y alcanzar una satisfacción personal por el trabajo realizado. Creíamos que con ese galardón ya estaba todo conseguido y ahora al libre albedrío, ese fue el error. En ese momento era cuando más había que apostar por nuestras costumbres y tradiciones, no abandonar el campo y ver como lo devora el tiempo y la naturaleza reclama lo suyo, dejar aquellas generaciones huérfanas de nuestras tan sanas costumbres respecto a la gestión del agua y esa amabilidad que hacía que los extranjeros se rieran con las gentes del campo y se les agradeciera con una sonrisa en los labios. Espero y tengo fe en los majoreros, se que se han hecho algunos desastres como en todos lados, pero desde hace unos dos años han ido enfocando su turismo a la naturaleza. Han potenciado las rutas ornitológicas, han declarado zonas ZEPA y LIC, han potenciado las banderas azules, está proyectando un futuro parque nacional, son señales del buen rumbo y el puerto, el poder vivir de la gente que quieren ver lo que tan celosamente se ha asegurado con esfuerzo para el futuro. Espero que se coja ejemplo y con la limpieza política de estos días, se despeje el camino a otras formas de pensar y hacer y podamos ver a gente capaz de conseguirlo. Tenemos espacios y medios y creo que ganas, adelante.



Foto: Chinijo