Tradición y evolución.

Hace unos días publicaron una noticia en el periódico la LaProvincia por parte de Antonio Cabrera sobre la devastación que está causando el ganado caprino sobre las plantas y ecosistemas en la isla de Fuerteventura. En un principio el enunciado puede dar a lugar a diferentes conclusiones y opiniones como así ha sido, leyendo los comentarios que se han escrito a continuación. Son temas delicados con mucho transfondo político, social y medioambiental.

En lo político, por la toma de desiciones que no tienen en cuenta, la mayoría de las veces, las opiniones tan importantes como las de los mismos pastores, ganaderos o queseros. En lo social, por el papel tan importante que ha supuesto para la supervivencia de la isla el poseer tal cantidad de ganado asegurando una cultura y un futuro que un muchos lugares de las islas se ha perdido o está a punto de desaparecer como es el pastoreo. En lo medioambiental, está claro y más que documentado, que la cabra es una de las mayores destructoras de los endemismos botánicos isleños.

Los comentarios que se han escrito al respecto en el mismo periódico son de lo más variopinto; desde que si van a eliminar las cabras al completo de las costas, el problema de los "pastores" que cobran subvenciones millonarias sin ejercer mientras pastores de verdad están desde la madrugada hasta el atardecer con los animales, los políticos que no saben gestionar o concretar los lugares de pastoreo o cuanto ganado debe o puede permitirse en dichas zonas, etc... Son muchísimas las variantes y puntos de opinión pero está claro que hay que hacer algo.

Alguien dijo en uno de estos comentarios que las cabras llevan aquí cientos de años y nadie le va ha decir que no, pero no me van a poder refutar que los endemismos botánicos que tenemos en las islas llevan miles de años en estas tierras. No quiero decir con esto que las cabras sean el único problema, sino que es uno más de los que hay y que hace que la gran biodiversidad que poseemos esté tan amenazada.
Siempre nos estamos refiriendo al pasado para defender las costumbres y tradiciones que hemos heredado pero los tiempos cambian y con ello las costumbres y tradiciones. No hay que dejar que nos quedemos en el pasado sino evolucionar. Digo esto porque casi siempre la gente me echa en cara lo que comentaba sobre las tradiciones. Un ejemplo, en el comentario que se menciona aquí sobre las cabras se ha hecho una estimación de que hay sobre 50.000 cabras sueltas sin control cuando hace unas décadas eran unas pocas miles, esto es inaguantable para cualquier ecosistema a medio y largo plazo. Sobre la caza, una tradición heredada de los abuelos y padres desde hace décadas; no me negaran que la cantidad de cazadores de hoy en día, unos 1000 federados y otros 500 aproximadamente sin federar sólo en Lanzarote, es mucho mayor que hace unos 20 o 30 años. Tenemos que saber y entender que nuestra población aumenta y las actividades que antaño se practicaban sin causar grandes destrozos al medio hoy en día no tienen cabida en esas dimensiones y se tienen que ir adaptando al espacio. Este el punto caliente entre tradición y evolución.

Hay que aprovechar que ahora más que nunca estamos promocionando nuestras islas como máximos representantes medioambientales y que estamos intentando controlar la "fiebre cementera". Tenemos que ser capaces de encontrar y promover nuevas actividades que demuestren que nuestras gentes siguen adaptadas al medio interfiriendo lo mínimo y sacando lo máximo. Nuestros antepasados con las hambrunas, catástrofes naturales y penalidades que sufrieron fueron capaces de aceptar el golpe de la naturaleza primero, adaptarse al nuevo medio y lo mejor de todo, sacarle el máximo provecho.


Creo que es una tradición que habría que recuperar.

Respondiendo

Desde el principio, este espacio lo abrí para dar a conocer mis opiniones sobre las cosas que pasan en Canarias respecto al medio ambiente y a su vez, mostrar la increíble tierra a la que pertenecemos que es Canarias. Las opiniones que expongo aquí son razonamientos a los que he llegado con otras personas que pertenecen a grupos ecologistas, biólogos y más comúnmente con gente de la calle. Tengo compañeros de trabajo que son cazadores, otros son pescadores o les gustan las motos y quads y siempre hemos discutido las cosas. Es normal que no coincidan con las personas que pertenecen o se identifiquen con los grupos sociales a los que me he referido. El último comentario que trataba sobre las nasas, hubo bastantes comentarios al respecto sobre gente que trabaja en la mar y me sentí muy realizado porque eran comentarios razonados desde otro punto de vista y con una apertura a la discusión razonadas y respetuosas. Al fin y al cabo esto era lo que pretendía, no que yo soltara cuatro palabras de vez en cuando, sino que la gente participe en estos temas que nos atañe a todos.

Ya he comentado en alguna ocasión que no pretendo ser el salvador de nada ni que la gente de repente cambien su manera de ser. Siempre he querido hacer ver que tenemos que involucrarnos más a la hora de proteger nuestras islas. He recibido comentarios en el que me dicen si estoy haciendo esto por dinero, que si estoy vendiendo nuestra isla, que si estoy en contra de las tradiciones de nuestros abuelos o que me informe mejor sobre temas como los de los tendidos eléctricos. Seguro que he acusado a más de una persona que no se lo ha merecido por ser cazador, pescador o campista y pido disculpas por ello, pero también creo que más de una vez he acertado ya que no me invento nada y les puedo asegurar que esto lo hago porque creo que se puede hacer las cosas mucho mejor. Normalmente, para realizar los comentarios leo las noticias de los periódicos locales y regionales, luego las comparo unas con otras y a veces tengo que buscar información adicional para completarlo lo mejor posible. Unas 2 o 3 horas que no me importa dedicarlas a este blog.

Respecto a las tradiciones, no soy quién para decirle a nadie que no vaya a cazar, sino que cuando se practique esta actividad se cumplan con unos pequeños requisitos que marca la Ley de Caza de Canarias de 1998 http://www.gobiernodecanarias.org/boc/1998/086/003.html He estado comprobando la obligatoriedad del chaleco reflectante en la caza y tienen ustedes razón, ya que en Canarias no es obligatorio su uso. Por su parte, la Oficina Nacional de Caza recomienda su uso ya que evita posibles accidentes entre compañeros http://www.fedecaza.com/esp/canalcaza/noticias/noticias.asp?idNoticia=1944 ) como así se demuestra en este artículo del Diario Vasco en el que presidente de la Federación Vasca de Caza recomienda su uso y la obligatoriedad en esa comunidad y la navarra http://www.diariovasco.com/20080102/al-dia-sociedad/usar-chaleco-reflectante-euros-20080102.html
y las otra cara de la moneda que es la muerte por accidentes realizando vuestro deporte, http://www.diariovasco.com/20080102/al-dia-sociedad/caza-dejo-2007-veintiun-20080102.html
Respecto a las demás comentarios creo que no perjudican a nadie y nos beneficia a todos ¿porqué no se recogen los cartuchos cuando se disparan?, ya sé que están calientes en un principio y que tampoco hay que recogerlos todos pero seguro que después de coger la presa se pueden recoger. ¿Es molesto decirles que las latas o botellines no los dejen tirados por medio del campo?

Otra de los comentarios que me han dejado es el de las avutardas. No sé a que te refieres con aves de corto vuelo ya que yo las he visto cruzar todo el Jable sin posarse o volando de un lado al otro en la Vega de Temuime hasta la Mtña. Tinasoria. Respecto a la electrocución tienes razón no se electrocutan por posarse en la torreta ya que son aves esteparias y como su nombre indica no son las torretas su fuerte. Lo que si es cierto es que chocan contra los tendidos eléctricos y de teléfonos y ese si es un gran problema. Durante dos años se ha hecho un estudio a pie en Lanzarote y Fuerteventura en los tendidos encontrando más de 40 avutardas muertas por isla sin contar las que han desaparecido por los carroñeros. Para más información el pasado 21 de junio me encontré 5 avutardas, 4 alcaravanes muertos por choques contra los tendidos y dando parte del mismo al SEPRONA que levantó acta de estas muertes. También había los restos de un cuervo y un cernícalo que si se electrocutaron por posarse en las crucetas. Aquí os dejo el enlace del estudio al completo http://www.seo.org/lifehubarla/Castellano/Index_Life.htm

Una de las avutardas muertas por chocar contra el tendido eléctrico que encontré el 26 de junio

En mi comentario no he ido en ningún momento contra la energía eléctrica, sino contra algunos tendidos y dispositivos que son muy dañinos con las aves y al mismo tiempo os he comentado los sistemas anti-choques que existen. siempre con el afán de dar a conocer que podemos seguir disfrutando de la luz pero con el menor coste posible para las aves.
Por último, no me he reído de nadie respecto a su sabiduría. Creo que el comentario de los sebadales daba a entender todo lo contrario y me parece claro como lo expuse. ¿ Tú crees que todo el mundo tiene que tener un asesor al lado para que en todo momento le digan lo que tiene que decir?, yo creo que no. Si quieres te comento que cuando hago este blog puede que no tenga todo los datos a mi disposición o no los haya buscado correctamente, pero tengo claro que cuando alguien me corrige o me da otra versión de los hechos automáticamente me pongo a corroborar los datos y luego vuelvo a exponer los hechos. ¿no crees que esta señora tenía que haber echo lo mismo siendo un cargo público con tanta responsabilidad ?

A los pescadores

Pescadores de Órzola Foto: Chinijo

Gente de mar.

Hoy me he llevado una sorpresa al ver que en el comentario del otro día sobre las nasas "Memoria de "caboso", la gente ha participado muy activamente colgando sus críticas que siempre son constructivas y muy de agradecer cuando se exponen de esta manera. Por eso, quiero dedicar el comentario de hoy a responder a todas las cuestiones planteadas.

Antes que nada, he de corregir mis palabras respecto a la acusasión expresa respecto a los pescadores que no tiran los peces más pequeños. Yo no estoy en el barco y por lo tanto no puedo generalizar y por eso mis disculpas. Respecto a lo de pescadores vagos, eso lo escuché hace dos años en un muelle pesquero unos pescadores que faenaban con redes y de fondo respecto a unos cuantos que sólo tenían nasas. Tampoco soy quién para refutar o acusar sin que esté presente la otra parte.

En uno de los comentarios me acusaban de avergonzarme y de ser un hipócrita por plantear unas opiniones en las que creo. Jamás me avergonzaré de la gente que trabaja duro y en un medio tan díficil como la mar, primero porque mi abuelo fue pescador toda su vida y su vida terminó en la mar cuando un ola se lo llevó junto a su hermano un día de pesca cualquiera y segundo, porque todos esos hombres que tanto han luchado en la mar para poner nuestra isla sobre el mapa sobretodo a mediados del siglo pasado cuando las industrias conserveras se instalaron en la isla y gentes de todas las islas venían a Lanzarote a ganarse la vida, no se les ha reconocido en absoluto todo su sudor, sangre y lágrimas de sal dadas para que gente como yo tuvieran los medios para tener una educación.

Me ha sorprendido gratamente la réplica sobre la utilización de nasas con un trabajo presentado en la universidad de Cádiz sobre el uso las mismas por los romanos. Gracias por tantas molestias; yo como todos los que leamos estas palabras estaremos agradecidos y conoceremos un poco mejor el tema que nos toca.
Sobre el uso de nasas no deberíamos centrarnos en el hecho de los siglos de uso, sino, en la actualidad ¿se puede seguir con semejante explotación de los recursos marinos?. Recuerdo de pequeño las primeras gafas y aletas para bucear que las probé en Costa Teguise y fue descubrir un mundo increíble en variedad y cantidad. Hoy en día puedes nadar alrededor de la costa desde los Ancones hasta las Caletas y contarás con los dedos de una mano los puntos en los que hay un pequeño ecosistema. Desde que buceo sólo veo blanquizales y fondos arenosos estériles y aumentando. Claro está, todo no es culpa de los pescadores, faltaría más, hay que añadir vertidos de aguas fecales, pescadores ilegales con artes ilegales, acites y vertidos de gasóil, etc.. Quiero decir con esto que los marineros de diario son los principales indicadores que sienten y padecen la falta de pesca y el tamaño de las capturas.
Hay que conseguir una mayor complicidad con la administración y autoridades pesqueras contra los ilegales y todo aquel que atente contra el medio con el que se ganan la vida tan duramente las gentes de la mar.

En las réplicas recibidas no he visto ninguna aotocrítica y sería un primer y gran paso. No quiero asumir el papel de justiciero del mar ni mucho menos pero la gente tiene que dejar de mirar para otro lado cuando va a la pescadería o los bares y puedes ver pescado cogido a fúsil o tamaños que no son legales. Dóde están los reguladores de toda esta actividad. A veces creo que no interesa.
Respecto a lo demás comentado el otro día, me mantengo y creo que son unos principios que habría que asumir cuanto antes. Mayor control de las autoridades y los mismos pescadores ser consecuentes que hacer caso omiso al ilegal o ignorar sus pescas y no denunciar es pan para hoy y hambre para mañana.

Aljibes de memoria.

Mi infancia desde que tengo memoria hasta los trece años los pasé en mi inolvidable barrio de Titerroy o Santa Coloma (el cartel de Titerroy lo llegué a ver en la entrada de los cuarteles al barrio cuando era pequeño). En él, recuerdo como se fue formando las calles y se iban levantando casas en los solares donde jugábamos al fútbol, al mismo tiempo se fue colocando el alcantarillado después de muchos años y los tubos del agua y luz.
La luz se iba cuando menos te lo esperabas y el agua, eran tres días a la semana y si todo iba bien llegaba al tanque que había en la azotea. Mi madre era la encargada de la gestión del agua como si fuera un tesoro. Tenía que mirar en todo momento si estaba lleno o si llegaba con presión para poder lavar la ropa o fregar la loza. Era primordial aprovechar la presión de la calle para ducharnos, cosa que en invierno era una tortura porque llegaba un hilillo y me parecía interminable. Con el tiempo, mi madre la calentaba en la cocina y luego con un cacharro nos duchábamos. Todo era cuestión de tener en la cabeza que en cualquier momento te podías quedar sin agua y eso era un suplicio estar pendiente del contador. El agua del tanque no se tocaba sino lo imprescindible porque el suministro era deficiente y cuando creías que había agua en el chorro, ¡ sorpresa !. Con el tiempo todo cambió y la cosa fue mejorando y ya no nos preocupaba tanto. Luego nos mudamos a Playa Honda y ahí la base de toda casa, el aljibe. Ahí si que ya ni sentir lo más mínimo el hecho de que cortaran el suministro porque el aljibe es grande y se hacía a conciencia para evitar posibles fugas o grietas.

Mi suegro, en los días de lluvia parecía que se volvía loco, colocando cacharros aquí y allí para recoger el agua de los canalones y chorros que hay por toda la casa. Al principio pensaba que qué necesidad tenía de acumular un montón de garrafas en una esquina. Luego, durante el verano, entendí esa manera tan olvidada de apreciar lo que muy pocas veces al año nos ofrece el cielo. Las plantas en el interior de la casa estaban hermosas y brillantes, además, mantenían el interior fresco y húmedo, cosa que se agradece mucho en el verano. Yo, ahora, sigo el ejemplo a raja tabla
y no dejamos perder una gota. Siempre comprobando el aljibe y colocando sistemas para el ahorro de agua.

A la gente que el otro día se quedaron sin agua en Titerroy y buena parte de Arrecife deberían empezar a retomar ciertas costumbres que en antaño eran vitales y en la actualidad, bastante recomendable. Piensen que hace unos dos años se quemó la desaladora principal de la isla y la gente sólo le faltó salir a la calle pidiendo a la virgen que pusiera en marcha la maquinaria.

Aljibes y tanques.

Memoria de "caboso"

El otro día volví a bucear después de mucho tiempo. La verdad que en el Muellito de Pto. del Carmen va tanta gente y uno ha ido tantas veces que creí que iba a ser una inmersión más;pero me equivoqué. Meros, abaes, sargos, picudas, rallados, atún, salemas, bogas, jureles, etc... y un sinfín de pequeños peces que hizo una auténtica delicia el haberse metido en el agua.



Pero claro, en el mar no todo el mundo lo entiende de la misma manera. Hay gente que va disfrutar como nosotros buceando, haciendo esquí, navegando o simplemente contemplar semejante espectáculo como un atardecer en su orilla. Otros viven gracias a él como los centros de buceos o más cercanos aún los pescadores. Pescadores hay de todo tipo, de pesca submarina, (que para mi es la más selectiva porque siempre ves lo que vas a coger, otra cosa es el que no se rija por esta regla), los de pesca de altura, la pesca artesana con carnada viva, corriquia o de fondo y la peor de todas, la de pescadores vagos. Éstos son aquellos que largan grandes nasas y que al cabo de unos días las recogen y para casa. Así de fácil, pero claro, este sistema está prohíbido. Encima algunos lo llaman arte de pesca o así se mal-denomina. Todo esto viene a cuento por la recogida de nasas que ha llevado acabo la Guardia Civil en la Bocaina y en el que los "artesanos" de la Cofradía de Playa Blanca han puesto el grito en el cielo.

Ellos alegan, según su vice-patrón Juan Jesús Rodríguez, que las nasas no interfieren con las especies protegidas porque no interactúan con ellas y para colmo, que los peces entran a voluntad y por la tanto el daño es menor. Pero vamos a ver, ¿es que este tío vió el anuncio de Mixta en el que el goopie está todo el rato comentando que vió la salida y que va a sacar a Roberto y cree que los demás bichos, en el fondo del mar, van hacer lo mismo?. Para empezar las cosas hay que llamarlas por su nombre y una nasa es una TRAMPA mortal. Una trampa es cualquier dispositivo, aparato o estrategia que se usa para atrapar, sujetaro matar cualquier tipo de vida y en este caso de las más efectivas. He visto nasas abandonadas del tamaño de un coche con una cantidad de vida dentro increíble. El problema de estos sistemas es que cuando se pierden, los bichos se mueren en su interior y al podrirse hace de reclamo para el resto haciendo que esto sea el cuento de nunca acabar y dejando la zona totalmente esquilmada durante todo el tiempo que la nasa esté sin romperse.

Este señor alega que es muy selectiva porque cuando las suben echan al mar los de pequeño tamaño. Eso no se lo cree ni él. El pescado pequeño va para casa y no, claro está, a la cofradía Cuando se elevan las nasas desde el fondo, entre 50 y 200 metros no se elevan a mano como antes, sino con un molinillo eléctrico que las eleva sin el más mínimo esfuerzo en pocos minutos. La elevación a esta velocidad provoca en la mayoría de los peces que la vejiga natatoria se hinche desproporcionadamente provocándoles la muerte o impidiéndoles volver al fondo. En el tiempo que transcurre desde que se sube la nasa, se saca el pescado y se vuelve a echar, los peces que están en el barco ya tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir.

Tengo claro que es un sistema de pesca ilegal; que la gente de la mar tiene que sobrevivir, también, pero como se siga de esta manera en poquito tiempo ni "pa" ti, ni "pa" mi. De todas maneras se podría optimizar este sistema de pesca siempre y cuando se lleve a cabo tres puntos que creo que habría que aceptar:
1º : Control y comprobación estricta de marineros y barcos que se sumen a este tipo de pesca con un número fijo de licencias.
2º: Número limitado de nasas y marcaje de las mismas, así como sus boyas y puntos de pesca.
3º: Malla de diámetro limitado a la talla mínima de las especies a capturar con limitaje de kilos.
Claro está, primeramente habrá que hacer un completo estudio sobre la biodiversidad y cuantificación de la misma para luego asignar, según dicho estudios, cuotas de pesca y pescadores. Hay que decir que ésta última sugerencia es del señor Rodríguez y por lo tanto hay que aplaudirla. Luego, si se lleva acabo habrá que asumirla, y si no, a bucear.
Les aseguro que si la mayoría de los que hacen estos desastres bucearan, con el tiempo cambiarían el modo de ganarse la vida o por lo menos, de disfrutarla junto a su profesión, la mar.